BALAAM
= «un peregrino, o señor del pueblo» (heb.). Profeta madianita que residia en Petor, hijo de Beor o Bosor. Fue contratado por Balac rey de Moab para maldecir a Israel, pero Dios le empujo a bendecir en lugar de a maldecir a Su pueblo elegido. Aunque hablaba con una forma de piedad, su corazon estaba evidentemente inclinado a conseguir la paga de Balac (Jud. 11). El angel de Jehova le resistio, y su asna le reprendio, pero le fue permitido seguir por su camino (Nm. 22, 23, 24; Dt. 23:4, 5; Jos. 24:9, 10). Aunque empujado por Dios a bendecir a Israel, aconsejo perversamente a Balac a que los sedujera mediante las mujeres madianitas (Nm. 31:16; 2 P. 2:15; Ap. 2:14), lo que condujo a la caida de ellos en una burda idolatria (Nm. 25:1, 2). Despues de que Israel fuera castigado por su pecado, cayo la venganza sobre Moab, y entre los muertos estuvo Balaam. Es llamado «adivino» (Jos. 13:22), y cuando estaba con Balac busco encantamientos. En Nm. 23:15 las palabras «a Dios» son añadidas por los traductores. En Nm. 24:1 se afirma que no fue en busca de agüeros, sino que quedo dominado por Dios. En los pasajes del NT es puesto como ejemplo de consumada maldad y apostasia.