BARBA
Para los hebreos, una barba abundante y rizada era simbolo de hombria y adorno muy preciado (Esd. 9:3; Sal. 113:8; Is. 19:2; Jer. 48:37; Dn. 10:3); ser
privado de ella era gran infamia (1 S. 2:13; 2 S. 10:4-14; 10:24; 20:9; cfr. Is. 7:20; ex. 5:1-5).
Los monumentos asirios representan a los eunucos sin barba. En cambio, los egipcios se la dejaban crecer como señal de duelo. Por eso Jose tuvo que afeitarse para ir a presentarse a la corte (Gn. 41:14).
La ley levitica prohibe cortar la punta de la barba por ser esto un acto de devocion entre ciertos idolatras (Lv. 19:27; Jer. 25:23). Estaba mandado raparla en caso de lepra como medida higienica (Lv. 14:9).