Exodo
Es el segundo libro de la Biblia. Se trata de un texto tradicional que narra la esclavitud de los hebreos en el antiguo Egipto y su liberación a través de
Moisés, quien los condujo hacia la Tierra prometida. En el judaísmo, el libro del Exodo forma parte del canon, encontrándose contenido en la Torá y
formando uno de los cinco libros del Pentateuco, que forman la primera parte de la Biblia hebrea.2 En el cristianismo, el libro del Éxodo también forma parte del canon y se encuentra en el Antiguo Testamento.
Capitulos Biblicos del Libro de Exodo
Exodo
¿Que es el Exodo?
Los relatos del ÉXODO se mueven entre dos puntos geográficos precisos: Egipto y el Sinaí. Allí se desarrollaron los acontecimientos que hicieron de Israel el Pueblo de Dios: la salida de Egipto, el paso del Mar Rojo y la Alianza del Sinaí. El recuerdo de estos acontecimientos se grabó para siempre en la memoria de Israel, y se convirtió en el fundamento mismo de su fe. Por eso, el libro del Exodo ocupa un lugar prominente entre todos los libros de la Biblia, y ha sido llamado con razón el “Evangelio” del Antiguo Testamento.
El Éxodo puede dividirse en dos partes principales. La primera relata la gesta del Señor, que oyó el clamor de los israelitas esclavizados en Egipto y los
hizo pasar de la esclavitud a la libertad en medio de grandes portentos. El punto culminante de esta primera parte es el canto triunfal de Moisés que
celebra la liberación de Israel y la victoria del Señor sobre los enemigos de su Pueblo (15. 1-21). El relato de esta acción divina es la que da su nombre
a todo el libro, ya que “éxodo” significa “salida”. La segunda parte describe el encuentro del Señor con Israel en el monte Sinaí. Después de haber
manifestado su amor y su poder, Dios establece su Alianza con los israelitas y promulga su Ley por medio de Moisés. En virtud de esta Alianza, Israel pasa a ser la “propiedad exclusiva” del Señor y a constituir una nación santa, es decir, totalmente consagrada a él.
Las narraciones del Exodo son la epopeya nacional de Israel. En la formación de la misma, desempeñaron un papel decisivo las fiestas y celebraciones
cultuales. La liturgia pascual, sobre todo, rememoraba y actualizaba aquellos grandes acontecimientos del pasado, para que todas las generaciones de
israelitas pudieran revivir la salida de Egipto y renovar el compromiso asumido por el Pueblo de Dios en el Sinaí. Por eso, el libro del Exodo no es una
“historia” en el sentido moderno de la palabra: es un testimonio nacido de la fe, el reconocimiento de que la existencia de Israel como nación no es obra de los hombres, sino una creación de Dios. En la redacción definitiva del Libro se emplearon elementos provenientes de la tradición “yahvista”, “elohísta” y “sacerdotal”, además de otros textos de origen diverso.
Los grandes temas del Éxodo están presentes en toda la Biblia. A ellos se refieren los Profetas para anunciar un nuevo Éxodo (Is. 43. 18-21) y una nueva Alianza (Jer. 31. 31-34) más admirables que los primeros. Y el Nuevo Testamento presenta al antiguo Exodo como una prefiguración de la obra redentora de Cristo, la verdadera “Pascua”, que selló con su sangre “una Alianza más excelente” (Heb. 8. 6). El Éxodo es el prototipo de todos los actos salvíficos de Dios, en especial, del Bautismo (1 Cor. 10. 1-4). LA MISIÓN DE MOISÉS.
La palabra “éxodo” significa salida. En el tiempo de Dios, el exodo de los israelitas de Egipto, marcó el final de un período de opresión para los
descendientes de Abraham (Génesis 15:13), y el principio del cumplimiento del pacto de la promesa hecha a Abraham, de que sus descendientes no sólo habitarían en la Tierra Prometida, sino también se multiplicarían y llegarían a ser una gran nación (Génesis 12:1-3, 7). El propósito del libro puede ser expresado como un seguimiento desde el rápido crecimiento de los descendientes de Jacob en Egipto, hasta el establecimiento de la nación teocrática en su Tierra Prometida.
Antiguo Testamento
Nuevo Testamento