GUARDIA
Los reyes orientales, verdaderos despotas que se granjeaban muchos odios, tenian que protegerse continuamente con una guardia personal, mas peligrosa que util si el soberano no podia fiarse totalmente de su lealtad. Por ello, ser miembro de la guardia era una posicion muy honrosa.
El capitan de la guardia era un funcionario de muy alto rango. Entre ellos se mencionan a:
Potifar (Gn. 37:36; 41:12);
Benaia (2 S. 23:22, 23; 1 Cr. 18:17);
Nabuzaradan (2 R. 25:8; Jer. 39:9, 10); Arioc (Dn. 2:14), y otros.
El capitan de la guardia y sus hombres debian aplicar frecuentemente la pena capital a los culpables de delitos politicos o de otras faltas.
En Mr. 6:27 «uno de la guardia» es, en gr.
«spekoulatõr», lit., espia. Dentro de cada legion romana habia una seccion de ellos. En el imperio, estos hombres servian de guardia personal del general, que les hacia llevar mensajes y buscar a los fuera de la ley y a los condenados a muerte.