HIPOCRITA
Literalmente, denotaba en gr. un actor de teatro («hupokriteis»), y de ahi, por su sentido secundario de actuar, de dar una representacion ajena a la realidad de la propia persona, vino a denotar un engañador, uno que pretende lo que no es, o que oculta sus verdaderos pensamientos, actitudes e intenciones bajo una mascara de falsas apariencias.
La hipocresia esta contundentemente condenada en la Biblia (Jb. 36:13; Pr. 11:9; Is. 33:14; Mt. 6:2,
5; 24:51; 1 P. 2:1).
La hipocresia constituye una constante tentacion, en la que incluso grandes creyentes cayeron ocasionalmente, y por la que tuvieron que ser reprendidos, como en el caso de Pedro y Bernabe, amonestados por Pablo (Ga. 2:13). Asi, el cristiano debe siempre guardarse de la doblez hipocrita de su vida.