LANA
El vello de las ovejas y otros animales. El de las ovejas se usaba para hilarlo y tejerlo, y es el que generalmente se conoce como lana.
En el lenguaje figurado de Is. 1:18 la lana blanca representa el estado resultante de la eliminacion del pecado del pueblo por parte de Jehova. El pecado, por su parte, se compara con la lana teñida de grana.
La Ley prohibia llevar ropajes hechos de mezcla de lino y lana: se trata de una mezcla antinatural, tipo de la obra contraria del Espiritu y de la carne en el cristiano (Lv. 19:19; Dt. 22:11).
LANCEROS. Vease LANZA. LANGOSTA
tip, FAUN TIPO LEYE ESCA ALIM
Hay ocho palabras que designan diversas especies o estados de la langosta. Es imposible determinar de una manera exacta los matices indicados por cada una de ellas, y nuestras versiones utilizan segun los casos los terminos de langosta salton; en ocasiones se les deja su nombre heb., particularmente el hagab (Lv. 11:22), etc. En todo caso, se deben considerar como sinonimos. Los ortopteros saltadores se reparten en dos subordenes. El primero incluye los saltamontes y langostas, con antenas largas y delicadas, que por lo general son mas largas que el cuerpo; en las hembras el aparato de puesta, u oviscapto, esta fuertemente desarrollado en forma de sable («Locusta viridissima»). El otro incluye los grillos, que se distinguen en particular por sus antenas cortas y fuertes («Pachytylus migratorius»).
La langosta pasa por tres estados: la hembra deposita sus huevos en una cavidad cilindrica del suelo, en abril o mayo. El insecto joven, que sale del huevo en junio, es una larva sin alas. Pasa al estado de ninfa cuando tiene alas rudimentarias, encerradas en vainas. Un mes mas tarde viene a ser el insecto perfecto, alado, de una voracidad proverbial. Las devastaciones producidas por las
langostas son una plaga digna de figurar entre las de Egipto (la octava, ex. 10:4). Las dos especies mas comunes son la «Aedipoda migratoria» y el
«Acridium peregrinum». Se hallan siempre en los desiertos del suroriente, pero de vez en cuando estos insectos se multiplican de manera prodigiosa, invadiendo las zonas habitadas, llevando por todas partes la ruina y la desolacion. Los libros poeticos y profeticos de la Biblia abundan en descripciones casi dramaticas de su poder de destruccion y de la incapacidad humana de resistirlos. En todo caso, los orientales se han nutrido de este insecto, clasificado entre los animales limpios (Lv. 11:21-22; cfr. el ejemplo de Juan el Bautista, Mt. 3:4). Ligeramente asadas, las langostas son secadas al sol y saladas a continuacion. Se consumen las partes carnosas, despues de eliminar las alas y los intestinos.
Jahn (Bibl. Archeol § 23 ss.) da una descripcion sobrecogedora de las langostas. Inmensos enjambres de grillos migratorios, que los orientales denominan los ejercitos de Dios, asolan el pais. Marchan en orden, como un regimiento. Por la tarde, se abaten sobre la tierra y cubren los campos. Por la mañana, cuando el sol ya esta alto, se levantan y, si no han encontrado alimento, vuelan a favor del viento (Pr. 30:27; Nah. 3:16- 17). Estas langostas se desplazan en enjambres innumerables y forman frecuentemente una nube de 16 a 18 Km. de largo y de 6 a 8 Km. de ancho, de tanto espesor que el sol no puede pasar a su traves; cambian la luz del dia en tinieblas nocturnas, y dejan la region visitada sumida en la oscuridad (Jl. 2:2, 10; ex. 10:15). El ruido de sus alas es ensordecedor (JI. 2:10). Cuando descienden sobre la tierra forman una capa de hasta 40 cm. de espesor; si el aire esta frio y humedo, o si estan mojadas por el rocio, se quedan alli hasta que el sol las haya secado y calentado (Nah. 3:17). Nada las detiene. Apagan por su inmensa cantidad los fuegos encendidos para auyentarlas llenan las fosas cavadas para impedirles el camino. Escalan las murallas, entran en las casas por las puertas y ventanas (JI. 2:7-9). Devoran todo el verde, arrancan la corteza de los arboles e incluso quiebran las ramas bajo su peso (ex. 10:12-19; 11. 1:4-12; 2:2-11).
En el lenguaje de Apocalipsis las langostas son la imagen de una plaga sobrenatural que se anuncia para el fin del tiempo. Estas langostas salen del pozo del abismo, teniendo a Apolion como su caudillo. No tocan las plantas verdes, sino que atormentan a aquellos de los humanos que no tienen el sello de Dios sobre su frente (Ap. 9:1- 11).