MANA
(gr. «manna», heb. «mãn»).
La expresion heb. «mãn hû» significa: «¿Que es esto?» (ex. 16:15), pregunta de donde proviene el nombre de la sustancia. El mana fue el principal alimento de los israelitas durante los cuarenta años de peregrinacion por el desierto. Los israelitas lo conocieron por primera vez en el desierto de Sin, cuando se quejaron de falta de alimento. El descenso del mana se compara con una lluvia de pan celestial (ex. 16:1-4, 12; Sal. 78:24; 105:40). Por la mañana, cuando se disipo el rocio, quedaron pequeños granos en el suelo, parecidos a la escarcha. Los hijos de Israel, no sabiendo de que se trataba, preguntaron: «¿Mãn hû?» Moises les dijo: «Es el pan que Jehova os da para comer» (ex. 16:13-15; Nm. 11:9). El mana recordaba la semilla del culantro blanco; era blanco, y tenia un sabor como de hojuelas con miel o de aceite fino (ex. 16:31); la gente lo molia en molinos o lo majaba en morteros, cociendolo o haciendo tortas (Nm. 11:7-8). Moises ordeno a los israelitas, de parte del Señor, que recogieran cada mañana un gomer por persona (entre 3,5 y 4 l.), y que no guardaran nada para el dia siguiente. Los gusanos atacaron el mana de los desobedientes. El dia sexto, el Señor envio dos gomers de mana por persona; no hubo nada en sabado (ex. 16:22-30). Aaron conservo un gomer de mana, evidentemente incorruptible, para que sus sucesores despues de el lo fueran guardando para generaciones sucesivas, para que vieran el alimento de sus antecesores en el desierto (ex. 16:32-34). Un año despues de la primera aparicion del mana, en la misma epoca, se especifica que el pueblo seguia recibiendo este pan del cielo, que siguio cayendo hasta el final de los 40 años en el desierto. Los israelitas menospreciaron esta bendicion (Nm. 11:4-9; 21:5), a pesar de lo cual Dios no les privo de el (ex. 16:35; Dt. 8:3, 16; Neh. 9:20; Sal. 78:24). El
mana no ceso hasta el dia despues de la Pascua celebrada en Gilgal, tras haber atravesado Canaan, y despues de que el pueblo hubo comido del fruto de la tierra (Jos. 5:10-12).
Se ha planteado frecuentemente la cuestion de si el mana era un producto creado especialmente para socorrer a los israelitas, o si se trataba de una sustancia natural, multiplicada de una manera milagrosa. Hay diversas plantas que exudan una
especie de sustancia analoga al mana, de manera espontanea, o bien debido a la picadura de un insecto. este es el caso del «Tamarix nainnifera» (variedad del «Tamarix gallica»), y que crece en la peninsula del Sinai; esta planta es picada por un hemiptero, «Chermes», o «Coccus manniparus». El producto, de un color amarillento, se vuelve blanco al caer sobre las piedras y quedar al sol; se encuentra durante 6 a 10 semanas, sobre todo en junio. El «Alhagi maurorum» y el «Alhagi desertorum» exudan asimismo una especie de escarcha, y hay tambien mas plantas de este genero. Su producto es usado como miel y mantequilla por los arabes; tomado en dosis mas fuertes, tiene efectos purgantes. Es evidente, sin embargo, que todas estas sustancias no tienen las caracteristicas del mana. El mana fue producido milagrosamente, en cantidad suficiente para toda una nacion; esta cantidad era doblada al sexto dia y no aparecia en el septimo; dejo de existir cuando dejo de ser necesaria.
Sentido tipologico.
Cristo compara el mana con el Pan viviente descendido del cielo. En tanto que el mana nutria el cuerpo por un poco de tiempo, Jesus, el verdadero pan de vida, ofrece su carne y su sangre como alimento y salvacion eterna de nuestras almas (Jn. 6:31-35, 45-48). Todo israelita tenia que buscar el mana cada dia, por la mañana, en cantidad suficiente, tomandose simplemente el trabajo de recoger este don de lo Alto. De la misma manera, cada creyente busca en Cristo su alimento, cada dia antes de toda otra actividad, a fin de quedar plenamente provisto, apropiandose por la fe del don celestial. El que venza recibira hasta en el cielo este mana espiritual y escondido (Ap. 2:17), por cuanto Cristo sera nuestro Pan vivo hasta la eternidad.