MIRRA
(a) Heb. «mõr»; gr. «smyrna», «myrrha». Sustancia aromatica que entraba en la composicion del aceite para la uncion de Aaron y de sus sucesores (ex. 30:23).
La mirra era usada para perfumar los lechos y las vestimentas (Sal. 45:9; Pr. 7:17; Cnt. 3:6).
Las mujeres usaban el aceite de mirra para purificarse (Est. 2:12).
Los Magos de Oriente trajeron mirra al niño Jesus (Mt. 2:11).
El Crucificado rechazo el vino mezclado con mirra que le fue ofrecido para disminuir sus sufrimientos (Mr. 15:23).
Los productos aromaticos preparados con la intencion de embalsamar el cuerpo del Señor Jesus incluian mirra y aloes (Jn. 19:39).
Los antiguos, efectivamente, usaban la mirra para el embalsamamiento de cadaveres (Herodoto 2:86).
El arbol que producia esta goma resinosa crecia en Arabia (Herodoto 3:107; Plinio 12:16). Es probable que fuera el «Balsamodendron myrrha», arbolillo de madera y corteza perfumadas, con ramas cortas y espinosas. Este arbusto trifoliado da un fruto analogo a una pasa. En la actualidad se comercializa la mirra de africa oriental y de Arabia, procedente de la «Commiphora abyssinica».
(b) Trad. del heb. «lõt» (Gn. 37:25; 43:11); en estos pasajes se trata indudablemente del
«Ladanum» (al que los griegos llamaban «lêdon»,
«lêdanon» y «ladanon»), resina sumamente perfumada, que contenia un aceite esencial. Esta sustancia es producida por el «Cistus creticus» y por otras variedades de jaras heliantemas que crecen en ciertas partes de Siria.