Sacramento

Sacramento

1. Cada uno de los siete signos sensibles de un efecto interior y espiritual que Dios obra en las almas.

2. Cristo sacramentado en la hostia.

Segun Agustín (356–430) es «un signo exterior y visible de una gracia interior y espiritual,» obrado por la gracia de Dios en el creyente. Es un signo o dramatización, que resulta en un efecto más poderoso que las palabras. Según algunos protestantes, los dos s del evangelio ordenados por Jesús son el bautismo y la cena del Señor.

La ICR agrega otros cinco: confirmación, matrimonio, ordenación, penitencia y extrema unción. Estos sacramentos son válidos si se consagran utilizando la fórmula correcta (las palabras que se dicen) y la materia correcta (los signos físicos o materiales que se utilizan), y si la intención es cumplir con los ritos de la iglesia. De aquí que, según la ICR , el s debe ser llevado a cabo ex opere operato, lo que sig. no una operación mecánica sino la confianza puesta en Dios de que se está cumpliendo con el propósito del s , a pesar de la posible indignidad del ministro que lo consagra.

En cada sacramento hay ciertos elementos que son constantes, como la materia y la forma, que se conocen gen. como sacramentum; la gracia o el beneficio del sacramento , que es dado objetivamente pero aprehendido subjetivamente por la fe, y que se denomina virtus; el sacerdote, que siempre actúa como órgano funcional de la iglesia en la celebración del sacramento ; y, en el caso de la eucaristía, la res sacramenti, o cosa del sacramento , que es el cuerpo y la sangre de Cristo.

La palabra sacramentum fue usada con un significado cristiano de modo distintivo por primera vez en la Biblia del Antiguo Latín y en Tertuliano (al final del siglo II). En la del Antiguo Latín y en la Vulgata, se empleó para traducir el gr. mysterion, misterio (p. ej., (Ef 5:32),( 1 Ti 3:16),( Ap 1:20),( Ap 17:7). Durante mucho tiempo, fue utilizado no solamente para referirse a los ritos religiosos, sino para doctrinas y hechos.

Por causa de la ausencia de algún concepto sacramental definido en la historia primitiva de la iglesia, el número de sacramentos no estaba considerado como algo fijo. El bautismo y la cena del Señor eran los principales. En el siglo XII, Hugo de San Víctor hizo una lista de 30 sacramentos que habían sido reconocidos por la iglesia, mientras que Gregorio de Pérgamo y Pedro Lombardo alistaron solamente siete: El bautismo, la confirmación, la eucaristía, la penitencia, la extremaunción, la orden y el matrimonio. Esta lista fue adoptada por Tomás de Aquino y más tarde por el Concilio de Trento.

El bautismo y la cena del Señor fueron considerados como expresiones de fe y obediencia a Dios (Mt 28:19-20),( Hch 2:38),( Ro 6:3-5),( 1 Co 11:23-27),( Col 2:11-12). Son actos simbólicos que explican las verdades centrales de la fe cristiana: La muerte y resurrección con Cristo y la participación de los beneficios redentores de la muerte mediadora de Cristo. Ellos son representaciones visibles del mensaje del evangelio que Cristo vivió, murió, fue resucitado de los muertos, ascendió a los cielos y algún día regresará, y que todo esto es para la salvación del humano.

Esta palabra no aparece en la Biblia. Entre los romanos, el s. era el juramento de lealtad que un soldado hacía al emperador. También se aplicaba a un objeto puesto como garantía de algo, que se depositaba para fines sagrados. Con el tiempo, el término fue tomando la acepción de algo sagrado y se aplicó, entre los cristianos, a los ritos practicados por la iglesia. Se llegaron a contar unos treinta s., pero entre los católicos se reconocen siete (bautismo, confirmación, eucaristía, orden, matrimonio, penitencia y extremaunción).

Sacramentum, en latín, es en la Vg la traducción del gr. (Tob 12,7 Sab 2,22 6,22 Dan 2,19.30.47 4,6 Ef 1,9 3,3.9 5,32 Col 1,27 1Tim 3,16 Ap 1,20 17,7); misterios. En Sab 12,5, el nombre está tomado de la terminología de los misterios. En el sentido «eclesiástico», la palabra no se encuentra en la Biblia, ni siquiera en Ef 5,32 (cf. matrimonio II,B). Para la doctrina bíblica sobre los sacramentos, cf. cada una de las voces.

La palabra sacramentum fue usada con un significado cristiano de modo distintivo por primera vez en la Biblia del Antiguo Latín y en Tertuliano (al final del siglo II). En la del Antiguo Latín y en la Vulgata, se empleó para traducir el gr. mysterion, misterio (p. ej., Rev 17:7). Durante mucho tiempo, fue utilizado no solamente para referirse a los ritos religiosos, sino para doctrinas y hechos.

Por causa de la ausencia de algún concepto sacramental definido en la historia primitiva de la iglesia, el número de sacramentos no estaba considerado como algo fijo. El bautismo y la cena del Señor eran los principales. En el siglo XII, Hugo de San Víctor hizo una lista de 30 sacramentos que habían sido reconocidos por la iglesia, mientras que Gregorio de Pérgamo y Pedro Lombardo alistaron solamente siete: El bautismo, la confirmación, la eucaristía, la penitencia, la extremaunción, la orden y el matrimonio. Esta lista fue adoptada por Tomás de Aquino y más tarde por el Concilio de Trento.

El bautismo y la cena del Señor fueron considerados como expresiones de fe y obediencia a Dios (Col 2:11-12). Son actos simbólicos que explican las verdades centrales de la fe cristiana: La muerte y resurrección con Cristo y la participación de los beneficios redentores de la muerte mediadora de Cristo. Ellos son representaciones visibles del mensaje del evangelio que Cristo vivió, murió, fue resucitado de los muertos, ascendió a los cielos y algún día regresará, y que todo esto es para la salvación del humano.

Ver BAUTISMO; Ver CENA DEL SEÑOR; Ver MISTERIO.