La lepra está presente en parte importante de todo el mundo, primordialmente en África y el Sureste Asiático.
Sin embargo cerca del 80% de todos los casos nuevos ocurren en India, Brasil e Indonesia.
Aunque todos los años se reportan a grado universal unos 200.000 casos nuevos, integrados de una cantidad enorme de chicos, los especialistas creen que puede haber varios más pacientes que no son diagnosticados ya que no buscan ayuda médica.
«La infección empieza con manchas en el cuerpo humano que a varios pacientes no les ocasionan molestias», le dice a BBC Mundo el médico Erwin Cooreman, director del Programa Universal de Lepra de la OMS (OMS).
«Las manchas no son dolorosas ni producen comezón, de esta forma que el individuo puede ignorarlas y no buscar ayuda médica y no son diagnosticados».
«Es hasta que el cuerpo humano se les llena de manchas o comienzan a tener deformaciones una vez que por el momento no tienen la posibilidad de desconocer la patología», añade.
La bacteria de la lepra ataca las terminaciones nerviosas y deshace la capacidad del organismo para sentir dolor.
Sin sentir dolor el individuo puede lesionarse sin percatarse y sus heridas tienen la posibilidad de infectarse.
Además tienen la posibilidad de pasar cambios en la dermis que ocasionan úlceras que, si no se tratan, tienen la posibilidad de conducir a complicaciones, heridas y desfiguraciones de la cara y extremidades.
Si los nervios faciales se ven dañados el individuo puede perder la función de parpadear lo cual ocasionalmente ocasionaría ceguera.
Tratamiento
Muchas de las complicaciones de la lepra tienen la posibilidad de evitarse.
A partir de 1981 la patología fue tratada con éxito con una conjunción de 3 fármacos antibióticos, la llamada poliquimioterapia o PQT, que se da a los pacientes gratuitamente internacionalmente.
Si la terapia se administra en las primeras fases de la patología tienen la posibilidad de prevenir muchas de las discapacidades y deformaciones, señalan los profesionales.
El problema es que el diagnóstico comunmente es retrasado por la entrada reducido a los servicios de salud, como explica Alice Cruz, Relatora Particular para la Supresión de la Discriminación de individuos Dañadas por Lepra de la Oficina del Elevado Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH).
«La lepra es endémica en territorios cuyos sistemas de salud no permanecen desarrollados con lo que no constantemente es viable asegurar un diagnóstico temprano», le dice a BBC Mundo la relatora del ACNUDH.
«Y si el diagnóstico no es correcto la patología se va desarrollando y no se puede impedir el mal de los nervios, que es lo cual crea la discapacidad física en la lepra», añade.