TIERRA
(a) TIERRA SANTA.
(Véanse CANAÁN, ISRAEL, JUDÁ y,
especialmente, PALESTINA.)
(b) TIERRA.
Son varios los términos hebreos que se traducen
«tierra», pero no se emplean para distinguir la tierra como esfera de la superficie de la tierra, o suelo; tampoco para discriminar entre la superficie general de la tierra y cualquier parte de ella, o territorio, o el material que la constituye. Así,
«adamah» se refiere generalmente a la tierra como material o suelo: la lluvia cae sobre «la tierra» (Gn. 7:4); «un altar de tierra» (Éx. 20:24); el hombre «vuelve a la tierra» (Sal. 146:4); sin embargo, se refiere con frecuencia a «la tierra» de Israel: «no prolongaréis vuestros días sobre la tierra» (Dt. 30:18); «a fin de que habites sobre la tierra» (Dt. 30:20); «los días que viviereis sobre la tierra» (Dt. 31:13); «la tierra que juré a sus padres» (Dt. 31:20).
Otro término, «erets», tiene un significado más amplio: en algunas ocasiones la tierra como esfera, el globo terrestre (Gn. 1:1; Is. 40:22; Jb. 26:7, en particular, afirma: «Cuelga la tierra sobre nada»; también en Is. 40:15, 25-26 se afirma la
pequeñez de la tierra en comparación con el ejército de los cielos). En otros lugares, este mismo término se usa de distritos (cfr. Gn. 10:11, 20).
En el NT, el término «gê» se emplea para todos los anteriores significados. Se usa simbólicamente como una característica del hombre en su estado natural. «El que es de la tierra es terreno, y cosas terrenales habla» (Jn. 3:31).
En cada caso, debido a lo amplio de cada término utilizado, la verdadera extensión deberá ser determinada por el contexto.