Impuesto
Impuesto (para la etimología véase Tributo). Dinero, producto o propiedad que se paga al poder gobernante de acuerdo con una ley. Moisés requirió un impuesto de los israelitas para uso del tabernáculo (; cf -16; -8). Se había abandonado ese pago, pero el rey Joás lo reestableció (-10). De acuerdo con Josefo, los judíos lo pagaban en la tesorería, aun cuando estaban en la cautividad de Babilonia. El rey Joaquín, de Judá, impuso un impuesto al pueblo para pagar el tributo al faraón Necao (). Psamético I (663-610 a.C.), de Egipto, percibía una renta del 20% pagada por la población, pero exceptuó de la misma a los sacerdotes y a los soldados. En el sistema persa, los impuestos se pagaban en parte con productos como trigo, vino, aceite y sal (, 22), y cada provincia debía remitir a la corte real la porción más escogida de su producción. Los judíos de la provincia persa de Judá pagaban impuestos muy pesados a sus gobernantes en días de Nehemías (cf ), y muchos de ellos tuvieron que hipotecar sus propiedades o pedir dinero prestado 575 para pagarlos (5:4). Durante la fiesta que celebraba la elevación de Ester como reina de Persia, el rey canceló o disminuyó los impuestos a las provincias (). El ‘censo’ de (gr. apografe, ‘registro’) sin duda constituyó la base para imponer un tributo o impuesto sobre las propiedades. Leví Mateo, un cobrador de impuestos judío designado por el gobierno, fue llamado por Jesús para ser su discípulo (; ; ). Cristo desaprobó la práctica general de exigir cantidades mayores que el impuesto oficial (, 13); sin embargo, se ganó la reputación de ser ‘amigo de los publicanos’* (; cf 9:10-13). Cuando se le preguntó si era lícito pagar impuestos a César, Jesús aprobó la práctica, pero usó la ocasión para ordenar el cumplimiento de las obligaciones hacia Dios, estableciendo el principio de los deberes separados del cristiano hacia Dios y hacia el Estado (22:17-22). Véase Templo, Impuesto del. Bib.: FJ-AJ xviii.9. 1.
vease Tributo