PANADERO
En Egipto, el faraón tenía un siervo que recibe el nombre de «jefe de los panaderos» (Gn. 40:1-22; 41:10).
En Israel, la preparación del pan era llevada a cabo por las mujeres de cada hogar:
Abraham dio instrucciones a Sara para que preparara panes cociéndolos bajo los rescoldos (Gn. 18:6).
Samuel anunció a los israelitas que si querían hacerse un rey, este tomaría de sus doncellas para que le fuesen «amasadoras» (1 S. 8:13, el mismo término que en Gn. 40:1-22).
En Jerusalén había una parte de la ciudad en la que residían los panaderos, que a Jeremías se le asignó su ración de pan que se le debía conseguir en la calle de los Panaderos mientras hubiera existencias (Jer. 37:21).
En Os. 7:4, 6 se usa figuradamente el calentamiento del horno como descripción de aquellos que, por así decirlo, preparaban sus designios de mal y esperaban ansiosamente hasta el momento en que podían satisfacerlas más cumplidamente.