Daniel
El Libro de Daniel fue escrito probablemente entre el 540 y el 530 a.C.
En el 605 a.C., Nabucodonosor, rey de Babilonia había conquistado a Judá y deportado a muchos de sus habitantes a Babilonia – incluido a Daniel. El sirvió en la corte real de Nabucodonosor y varios gobernantes que siguieron a Nabucodonosor. Este libro registra las acciones, profecías, y visiones del profeta Daniel.
CAPITULOS BIBLICOS DEL LIBRO DE DANIEL
Libro de Daniel | Libro de Daniel | Libro de Daniel |
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Capitulo 1 | Capitulo 5 | Capitulo 9 |
Capitulo 2 | Capitulo 6 | Capitulo 10 |
Capitulo 3 | Capitulo 7 | Capitulo 11 |
Capitulo 4 | Capitulo 8 | Capitulo 12 |
daniel explicado (capitulos y versiculos) |
Daniel
¿Quien fue Daniel?
El libro que lleva el nombre de DANIEL fue escrito hacia el 165 a. C., cuando el rey Antíoco IV Epífanes pretendió helenizar por la fuerza al Pueblo judío, obligándolo a abandonar la Ley de Moisés y a practicar el culto pagano difundido en todo el Imperio seléucida. Su autor vivió en tiempos de la insurrección de los Macabeos. Pero, a diferencia de estos, él no apela a la resistencia armada contra el opresor extranjero, sino que espera y anuncia una intervención extraordinaria del Señor, que es capaz de salvar a su Pueblo incluso de la muerte.
Con toda propiedad, este Libro puede ser llamado el “Apocalipsis” del Antiguo Testamento. Como el que figura al final del Nuevo Testamento, también su Apocalipsis contiene una interpretación religiosa de la historia universal y un mensaje de esperanza para el Pueblo de Dios perseguido a causa de su fe. Además, ambos Libros tienen la misma forma de expresión literaria -el estilo “apocalíptico”, muy difundido en el Judaísmo a partir del siglo ll a. C.- cuyo rasgo más notorio es la profusión de imágenes sorprendentes, de alegorías casi siempre enigmáticas y de visiones simbólicas.
La obra se divide en dos partes bastante diversas. La primera (caps. 1 – 6), de carácter narrativo, relata seis episodios de la vida y de sus compañeros en el exilio. La segunda (caps. 7 – 12) es la parte estrictamente “apocalíptica”, que tiene sus antecedentes en los escritos proféticos, sobre todo, en las visiones de Ezequiel y Zacarías. A esta obra original, escrita en hebreo y arameo, se le agregaron posteriormente algunos fragmentos en griego, que figuran entre los Libros “deuterocanónicos”.
A pesar del cambio de situaciones históricas, este libro no ha perdido nada de su actualidad, porque las fuerzas hostiles al Reino de Dios resurgen constantemente bajo nuevas formas. Frente al orgullo, al odio, a la opresión y la injusticia, su mensaje continúa alentando la fe y la esperanza de “los que son perseguidos por practicar la justicia” y “trabajan por la paz” (Mt. 5. 9-10). Hasta que llegue “la salvación, el poder y el Reino de nuestro Dios y la soberanía de su Mesías” (Apoc. 12. 10).
Antiguo Testamento
Nuevo Testamento