JONAS
= «paloma».
(a) Profeta israelita. Hijo de Amitai, de Gat-hefer. Profetizo antes del final del reinado de Jeroboam II que Israel recobraria sus fronteras desde la entrada de Hamat hasta el mar del Araba (2 R. 14:25; Jon. 1:1). (Vease JONaS [LIBRO DE].)
(b) Padre de Simon Pedro (Mt. 16:17; Jn. 1:42; 21:15).
JONAS (Libro)
El quinto de los «Profetas Menores». La importancia del elemento biografico lo distingue de entre los demas escritos profeticos. Se puede dividir en tres secciones:
(a) La desobediencia de Jonas (Jon. 1). Jehova le habia dado orden de que se dirigiera a Ninive y que profetizara contra aquella ciudad, a lo que se rebelo. Se embarco en Jope (el mismo puerto que aparece en Hch. 9:38, que hoy recibe el nombre de Jafa) para huir a Tarsis. Se desato una violenta tormenta, y la nave peligraba. Los marinos echaron suertes para saber cual era la causa de esta desgracia. La suerte recayo en Jonas. Habiendo relatado a los marinos que habia desobedecido a Jehova su Dios, añadio: «Echadme al mar, y el mar se os aquietara» (Jon. 1:12). Los marinos lo hicieron muy a su pesar, y la tormenta ceso. Un gran pez que el Señor habia preparado trago a Jonas (Jon. 1:14-17).
(b) La oracion de Jonas (Jon. 2). Asombrado al encontrarse aun vivo en el seno del mar, el profeta da gracias a Dios, que lo habia salvado, y expresa
su certeza de la liberacion final. El pez vomita a Jonas sobre tierra.
(c) La predicacion de Jonas y sus resultados (Jon. 3-4). Al recibir por segunda vez la orden de dirigirse a Ninive, Jonas obedece y proclama su mensaje. Los ninivitas se arrepienten publicamente, y Dios perdona a la ciudad. Esta mansedumbre disgusta a Jonas; se siente lleno de despecho, no solo debido a que el arrepentimiento del pueblo habia hecho nula su profecia (porque tanto el profeta como sus oyentes estaban a la espera de los acontecimientos, Jon. 3:9; 4:2), sino tambien probablemente debido a que Jonas presentia que la supervivencia de Ninive determinaria el aplastamiento de su propia patria. Al secar la calabacera, tan util para protegerse del ardor del sol, el Señor enseña a su profeta la leccion de la compasion divina hacia sus criaturas, con independencia de su procedencia etnica.
El motivo que impulso a Jonas a huir fue probablemente un patriotismo estrecho y mal entendido. El profeta temia que Ninive se arrepentiria y que la misericordia de Dios preservaria la ciudad; en suma, deseaba abiertamente la destruccion de Ninive (Jon. 4:2, 4, 11), el poderoso enemigo de Israel. La preservacion de Ninive iba a entrañar el juicio sobre Israel.
El objeto del libro es enseñar ante todo que los designios misericordiosos de Dios no tienen que ver exclusivamente con los hijos de Abraham, sino tambien con los gentiles, todavia ignorantes de la ley de Israel. Ademas de esta gran leccion, el libro de Jonas constituye una ilustracion de varias verdades tipicas:
(a) Ninive se arrepiente por la predicacion de un solo profeta, en tanto que Israel permanece insensible a pesar de los muchos profetas que le han sido enviados (cfr. Mt. 12:41). Se da un hecho general que se repetira en el porvenir: Los gentiles aceptan mas prestamente que Israel la enseñanza divina: los gentiles no siguen con mayor facilidad la ley moral, pero si aceptan con mayor rapidez la totalidad de la Revelacion (cfr. Is. 2:2-4 con v. 5).
(b) Jonas, israelita servidor de Dios, es enviado a predicar a los gentiles, lo que muestra que Dios se quiere servir de su pueblo para llevar a los gentiles al arrepentimiento y a la fe. Jonas no es el unico israelita que ilustra esta verdad: Elias fue enviado a una viuda de Sarepta (1 R. 17); Eliseo sano a Naaman el sirio (2 R. 5); Cristo hablo de Dios a la samaritana, y sano a la hija de una mujer sirofenicia (Jn. 4; Mr. 7).
(c) Jonas, el profeta desertor, es arrojado al mar, pero es salvado para poder cumplir su mision.
Ciertos comentaristas han sacado de este hecho una interpretacion alegorica: Jonas simbolizaria el pueblo de Israel, elegido para ser testimonio de la verdad divina a las naciones. Enviado a Ninive, el profeta rehusa dar su mensaje de parte de Dios, lo mismo que Israel rechaza al Mesias y lo deja crucificar por los gentiles, en lugar de aportarles el evangelio. El profeta, huyendo por mar en una nave, es azotado por la tempestad y finalmente tragado por el pez; de la misma manera, el pueblo, en medio de las pruebas mas terribles, es
«tragado» por la deportacion (cfr. Jer. 51:34, 44) y por la dispersion mundial. Jonas no es digerido por el pez, como los judios no son asimilados por los otros pueblos; el profeta invoca a Jehova (Jon. 2), de la misma manera que Israel en el exilio se acuerda de Dios, y desea ardientemente su restauracion. El pez vomita a Jonas sobre la costa de Palestina, de donde habia partido, de la misma manera que las naciones dejaran a Israel sobre las costas de su patria. Luego, Dios dirige a Jonas un segundo llamamiento; el profeta obedece al fin, dirigiendose a Ninive, y la ciudad se convierte en masa. De la misma manera, Israel, al volver a Palestina, halla alli el arrepentimiento y una nueva vocacion de evangelizar a los gentiles, que seran convertidos a su vez (Is. 66:18-20; 2:2-4; Zac. 8:20-23).
(d) Jonas, arrojado a las profundidades del Seol, sale vivo del abismo (Jon. 2:2, 6). Segun Mt. 12:40, es un tipo del Mesias sepultado y resucitado tres dias despues.
(e) El libro de Jonas puede ser considerado como un verdadero tratado de misiones entre los gentiles. En efecto, ilustra la culpabilidad y perdicion del mundo sin Dios; el amor del Señor hacia todas sus criaturas, el llamamiento que les hace, la salvacion ofrecida, el anuncio del juicio; el papel del mensajero del Señor, sus motivos y las consecuencias de su desobediencia; la posibilidad de renovacion de su llamamiento; el arrepentimiento y liberacion de un pueblo entero; la demostracion, en fin, de que los ultimos pueden llegar a ser los primeros.
Autor, fecha y autenticidad.
La palabra de Jonas citada en 2 R. 14:25 tiene que haber sido proclamada al principio del reinado de Jeroboam II, hacia el año 780 a.C. El libro de Jonas no da fecha, pero es indudable que fue redactado por el mismo profeta a su retorno de Ninive. La visita a Ninive pudo tener lugar entre los años 780 y 750 a.C. Los criticos ponen en tela de juicio su autenticidad, y consideran la obra como una leyenda, un mito, una parabola.
Afirman no poder admitir sus elementos milagrosos; pero los milagros citados aqui no son mas increibles que las plagas de Egipto, el paso del mar Rojo, la columna de fuego y de humo, el mana, la roca de Horeb, o la resurreccion de Cristo. Los que rehusan admitir la posibilidad de tales milagros situan la redaccion del libro despues del exilio, alrededor del siglo IV a.C. o posteriormente. Pero se puede evidenciar el caracter historico de la obra y su unidad por las siguientes razones:
(a) El estilo es narrativo, los nombres no son simbolicos. El lector sin opiniones previas recibe la impresion de que se trata de un relato autentico. Es indiscutible que el mismo Jonas fue un personaje historico. Jesus afirma que Jonas estuvo tres dias y tres noches en el vientre del gran pez. Afirma asimismo el milagro del arrepentimiento de los moradores de Ninive al oir la predicacion de Jonas. Asi, todo el relato del libro de Jonas queda autentificado por la autoridad de Cristo. La importancia dada por el Señor al milagro de Jonas es tan grande que puede declarar que a su generacion no le sera dada otra señal que esta (Mt. 12:39-41; Lc. 11:29-32). Si admitimos la autoridad del Hijo de Dios, es insostenible el rechazo de la autenticidad del libro de Jonas y su caracter sobrenatural. Tampoco puede considerarse como una mera leyenda o parabola.
(b) Se ha echado mucho ridiculo sobre la historia de la «ballena» de Jonas, debido a que las ballenas no pueden tragar a un hombre; ademas, raras veces aparecen por el Mediterraneo. Pero la verdad es que el texto no habla de una ballena, sino de un gran pez, de un monstruo marino. Hay grandes tiburones que pueden tragarse hombres enteros. Durante el siglo pasado y el presente han circulado varias noticias acerca de personas rescatadas con vida de las entrañas de grandes animales marinos. En Princeton Theological Review, por ejemplo, se narra el caso de un hombre que, caido al mar, fue rescatado tres dias despues, inconsciente pero vivo, al capturar un ballenero un mamifero marino y abrirlo (vol. 25 [1927], p. 636). No hay motivo alguno para dudar del relato, excepto la incredulidad que no acepta que Dios pueda intervenir, y que desconoce el poder de Dios.
(c) La inmensidad de Ninive (Jon. 3:3; 4:11), que habia sido puesta en tela de juicio por ciertos criticos, ha sido confirmada por las excavaciones arqueologicas. La ciudad interior tenia catorce kilometros de perimetro y se desparramaba en numerosos suburbios alejados entre si un buen numero de kilometros (vease NiNIVE).
(d) Debido a la presencia de arameismos en el texto, se ha argüido que ello indica una fecha tardia. Pero no puede descartarse una influencia aramea en el reino del norte en los tiempos anteriores a Jeroboam II, debido a los muchos contactos comerciales con el exterior, Las correspondientes con Jeremias y ciertos salmos no tienen peso en este argumento, como se documenta en el estudio de R. D. Wilson «The Authenticity of Jonah», en Princeton Theological Review, vol. 16, PP. 280-298, 430-456.
(e) El argumento de por que el rey de Asiria recibe el nombre de «rey de Ninive» en Jon. 3:6 no se sostiene, por cuanto en otros pasajes del AT se usan apelaciones semejantes. El rey de Israel recibe el nombre de rey de Samaria (1 R. 20:43; 21:1), y el rey de Siria, el de rey de Damasco (2 Cr. 24:23).
(f) En general, los criticos rechazan el «salmo» del capitulo 2, pero con ello destruyen la simetria del libro, en el que cada mitad comprende dos capitulos. Estos autores acusan a Jonas de no pronunciar una oracion sino un cantico de liberacion; con esto exhiben su ignorancia de que la esencia misma de la oracion es la confianza y la accion de gracias. Se ha de observar que este salmo es la accion de gracias de Jonas no por haber salido del pez, sino por haber escapado a morir ahogado. Todas las expresiones de su oracion tienen este sentido.
(g) Para los criticos, toda nocion universalista de la salvacion es tardia e incluso postexilica. Pero esta concepcion es arbitraria, porque desde el mismo principio la Biblia afirma que el objetivo de Dios es el de salvar a toda la raza humana y a todas las naciones de la tierra (Gn. 9:17; 12:3; 18:18; 49:10; Sal. 72:8-11, etcetera).
(h) Es perfectamente plausible que los ninivitas se arrepintieran. Su imperio estaba entonces en una precaria situacion, y su historia menciona las epidemias de los años 765 y 759 a.C., asi como un eclipse total en el año 753, todo lo cual era considerado como señales de la ira divina. Cierto que ignoramos que relaciones puedan existir entre estas señales y Jonas; pero la llegada de un profeta extranjero, del que los ninivitas pudieron llegar a conocer su extraña odisea, pudo llegar a conmoverlos. Señalemos aqui que se trata de su arrepentimiento, y no de su conversion total. De la misma manera hubo avivamientos nacionales en Juda bajo los reinados de Ezequias y Josias; sin embargo, estos duraron bien poco; el retorno nacional a Dios fue pasajero y no impidio la tragedia final. En cuanto al silencio de la historia profana acerca de ello, si fue un arrepentimiento
fugaz, al no haberse dado el cumplimiento de la profecia de destruccion, es posible que los corazones de los ninivitas se vol
vieran pronto a sus viejos caminos (cfr. Jer. 34:8-
11 ss). Con mayor razon, los historiadores paganos habrian pasado este episodio en silencio. De todas maneras, el argumento del silencio no tiene verdadero fundamento. Hace pocos decenios, debido al hecho de que no se conocia ninguna referencia extrabiblica a los hititas (heteos), se declaraban un error las 47 alusiones a los heteos en la Biblia. Los descubrimientos arqueologicos efectuados con posterioridad han reducido a la nada todas las anteriores afirmaciones. Queda la posibilidad de que un dia salgan a la luz de las ruinas de Ninive las tabletas que serian el relato ninivita de la predicacion de Jonas y sus consecuencias.
Mientras, no hay razon alguna para no aceptar totalmente el testimonio de la profecia y de Jesucristo, aceptando como justa la superinscripcion de este pequeño libro: «Vino palabra de Jehova a Jonas hijo de Amitai…» (Jon. 1:1).