Esto se percibe como una proclamación de una situación, un deber o un compromiso. A lo largo de la historia se han multiplicado las declaraciones colectivas de guerra o de independencia, compromisos o acuerdos.
En derecho, se hace declaración cuando se refiere al testimonio rendido ante un tribunal o ante una persona autorizada, ya sea por testigos o por culpa.
En derecho administrativo, son muchas las ocasiones en las que se deben realizar declaraciones escritas y verbales: impuestos, pagos, propiedad, liquidación, etc.
Particularmente el enfoque moral puede dar lugar a las «declaraciones juradas» que son las fórmulas hechas bajo significado religioso, que suele poner a Dios como testigo de que lo dicho o expresado por escrito es conforme a la verdad.
Si tales declaraciones implican un juramento fiel a quienes tienen derecho a exigirlo, por ejemplo ante una autoridad religiosa, no cabe duda de que implican una obligación religiosa.
Es un juramento verdadero e implica sinceridad, preparación, reflexión y suficiente ilustración de conciencia.
Si se trata de una simple fórmula burocrática, tradicionalmente mantenida en algunas sociedades, no tiene más valor que la forma, similar a cuando uno promete «besar los pies de Su Majestad» o desearle a alguien «Dios le otorgue muchos años de vida y abundancia».