ASPERSION
La aspersion de sangre formaba una parte esencial de los sacrificios del AT (Lv. 4:6, 7). La sangre de la victima representaba la vida misma ofrecida sobre el altar en lugar del pecador, prefigurando el gran sacrificio sustitutorio de la cruz (Lv. 17:11; He. 9:18-22). Por la aspersion, esta sangre purificadora era aplicada sobre el pecador mismo, como para lavarle de sus faltas que, de ahora en adelante, quedaban expiadas. Moises santifico
asimismo de esta manera el altar, el libro del pacto, el tabernAculo, sus utensilios, el pueblo y los sacrificadores (ex. 24:6-8; 29:21; Lv. 8:30; He. 9:18-22). Asi, no era suficiente que hubiera tenido lugar el derramamiento de sangre, sin lo cual no puede haber perdon; era necesaria la aspersion que aplica esta sangre personalmente al pecador. Señalemos que a proposito de Cristo se habla expresamente de «la sangre rociada» (He. 12:24), y que segun Pedro los elegidos son
«rociados con la sangre de Jesucristo» (1 P. 1:2).
(b) DE ACEITE
La aspersion de aceite se usaba tambien con frecuencia. De igual manera que la uncion del aceite sobre el sacerdote era un tipo de la uncion del Espiritu Santo dada a todos los creyentes (ex. 29:7; 1 Jn. 2:20, 27), se puede decir que la aspersion de aceite representaba la aplicacion al creyente de la virtud vivificadora y santificadora del Espiritu Santo. Tambien se rocio con aceite a los sacerdotes, sus vestiduras, y el santuario (Lv. 8:10-11, 30).
(c) DE AGUA
Algunas veces, el agua de purificacion se usaba de una manera similar. Esta agua se mezclaba con la sangre de una avecilla pura (Lv. 14:6), o con las cenizas de la vaca alazana (Nm. 19:2, 9). La aspersion de agua sobre el leproso (Lv. 14:7), sobre una casa contaminada (Lv. 14:51) o sobre un hombre que se habia contaminado y sobre su tienda (Nm. 19: 18) daba adicional expresion a la misma verdad fundamental: la purificacion no es en absoluto una accion del hombre, sino que proviene del sacrificio expiatorio, y se le debe aplicar directamente, a el y a todo lo que le concierne.