AZARIAS
= «el Señor es mi ayuda».
Nombre propio muy frecuente. Entre los personajes que lo llevan, el principal es Azarias, rey de JudA, llamado tambien Uzias, hijo de Amasias, rey de JudA.
AZIMOS. Vease ACIMOS. AZOTE
UTEN LEYE
vet,
Nombre del instrumento de castigo, y del castigo mismo, infligido a base de golpes de correas de
cuero, frecuentemente armadas con bolas o puntas de metal (He. 11:36), o con varas. La Ley permitia azotar al culpable, el cual era tendido en el suelo, sobre la espalda (Dt. 25:2, 3). Roboam hace alusion, quizA, a una pena mucho mAs severa ya aplicada antes de su tiempo (1 R. 12:11, 14). Antioco Epifanes empleo en vano este suplicio para obligar a los judios a comer carne de cerdo, pero ellos se resistieron, prefiriendo morir bajo los azotes antes que violar la Ley de Moises (2 Mac. 6:18-31; 7:1-42).
El Nuevo Testamento designa de varios modos la accion de azotar. El doctor de la ley estaba, seguramente, autorizado para mandar azotar inmediatamente a un transgresor de la ley. este es, acaso, el motivo de por que nadie opuso resistencia a la actuacion de Jesus en el Templo (Jn. 2:15), aunque su accion no era un azote propiamente dicho. Un tratado del Talmud da expresas instrucciones sobre los azotes en la sinagoga; tambien del Nuevo Testamento deducimos que esta pena fue a menudo ejecutada en la sinagoga (Mt. 10:17; 23:34; Mr. 13:9; Hch. 5:40; 22:19). Al parecer, los azotes judios con varas solo poco a poco fueron sustituidos por los azotes romanos, como nos resulta de 2 Co. 7:25, distincion entre los treinta y nueve golpes recibidos cinco veces de los judios y las tres veces que Pablo fue azotado (y de los Hch. 16:22 una de las veces que fue azotado con «varas»). La prActica posterior judia fue evolucionando de forma que la flagelacion constaba de tres correas y asi cada golpe valia por tres y podia limitarse a trece golpes. La «Mishna» habla de treinta y nueve golpes, trece sobre el pecho desnudo y trece en cada lado de la espalda.
Los azotes romanos («kerberatio») se empleaban:
(a) como correccion de esclavos rebeldes y como pena por faltas graves cometidas en el servicio militar;
(b) como tormento para arrancar la confesion de un acusado;
(c) como preludio para la crucifixion.
Segun una ley romana llamada «Lex Portia», los dos primeros tipos de azotes no podian aplicarse a ciudadanos romanos; en Hch. 16:22-37; 22:24 y siguientes se refiere Pablo a esta ley. Cuando era condenado a la crucifixion, antes debia ser azotado con correas o cuerdas, provistas a veces con nudos o bolas de metal, y constituia un castigo totalmente inhumano que con frecuencia acarreaba la muerte del reo. Esos azotes, o flagelacion, se ejecutaron en Jesucristo (Mt. 27:26), probablemente dentro del pretorio.