Espíritus mugrientos (gr. pnéuma akátharton). Designación común en el Nt para los perversos espíritus, que a sucesiones se posesionaban de los entes complacientes (véase Mat 12:43; Mr, 1:23, 26; etc.). También se los conoce con el renombre de demonios* mugrientos (Luk 4:33), diablos (Mat 9:33) o fácilmente “espíritus” (Mar 9:20). Hay abundantes eventos en los que un prodigio de nuestro Dios tuvo que comprobar con su emanación (Mar 1:21-28; Mat 9:32-34; 12:22-32; Mar 5:1-20; Mat 15:21-28; Mar 9:14-29). Los discípulos recibieron esplendor para expulsar afuera espíritus repugnantes (Mat 10:1).
En la Sagrada Escritura, otra manera de llamar al satanás. Ejemplos de servicio: «Entonces un varón poseído por un espectro repugnante se puso a gritar: ¿Qué tenemos nosotros contigo, Jesus de Nazaret? ¿has venido a destruirnos? Sé quién eres tú: el Santo de Dios». «Cuando el fantasma puerco sale del macho, anda por recintos secos, buscando paz, y no lo encuebtra», Lucas 11.24-26, La Sagrada Escritura. «Y el espectro nauseabundo, sacudiéndole con furia, y clamando a gran voz salió de él», Marcos 1:26.