MERARITAS
En la epoca del AT se solian celebrar los mercados ante los portones de las ciudades amuralladas (cfr. Neh. 15:21), o en las plazas publicas y en las calles adyacentes.
En la actualidad se siguen celebrando mercados parecidos, tanto en el Oriente Medio como en la Europa mediterranea y muchos lugares del mundo. Los mercaderes iban desplazandose de mercado en mercado, con sus caballos, mulos, asnos, camellos, para su venta, y habia tambien pabellones para la venta de diversas mercancias.
Aunque el comercio es una actividad legitima y necesaria, puede conducir a la codicia y a la avaricia, y al olvido de que Dios debe ser honrado ante todo, y no el dinero. Fue contra el abuso del comercio que protesto vivamente el Señor Jesus, contra la profanacion del Templo de Jerusalen por parte de la multitud de mercaderes y cambistas de dinero: «Quitad de aqui esto, y no hagais de la casa de mi Padre casa de mercado» (Jn. 2:16). La enseñanza es clara: Hay prioridades, y el dinero debe ser un servidor, y no un dueño (cfr. 1 Ti. 6:10).