MESIAS
(forma gr. del aram. «m’shîhã», del heb.
«m’shîhã», «el ungido», en gr.: «Christos», Cristo).
En heb., este termino «mesias» designaba a aquel que estaba ungido de aceite sagrado, p. ej., el sumo sacerdote (Lv. 4:3; 10:7; 21:12), y el rey (2
S. 1:14, 16). Este titulo es aplicado a los patriarcas Abraham e Isaac, y a Ciro, el rey de Persia, a quienes les fueron confiados los intereses del reino de Dios (Sal. 105:15; Is. 45:1). Cuando Dios prometio a David que el trono y el cetro se quedarian siempre dentro de su familia (2 S. 7:13), el termino «ungido» adquirio el sentido particular de «representante de la linea real de David» (Sal. 2:2; 18:51; 84:10; 89:39, 52; 132:10, 17; Lm. 4:20; Hab. 3:13). Los profetas hablan de un rey de esta linea que sera el gran liberador del pueblo (Jer. 23:5, 6); su origen se remonta a los dias de la eternidad (Mi. 5:1-5); establecera para siempre el trono y el reino de David (Is. 9:5-7).
El titulo de Mesias, por excelencia, se une a la persona de este principe anunciado por las profecias (Dn. 9:25, 26; Nm. 24:17-19; Targum Onkelos). Se le llama «Mesias» de la misma manera que «Hijo de David» (Jn. 1:41; 4:25; el texto de Mt. 1:1 no tiene el termino Mesias, sino su traduccion gr. «Christos»; cfr. las numerosas referencias a Cristo en este Evangelio). Para los creyentes judios y cristianos, el Mesias es el Ungido, es decir, aquel que recibe, por el Espiritu de Dios reposando sobre el, el poder de liberar a su pueblo y para establecer su reino.
La expresion «profecia mesianica» designa toda profecia que trate de la persona, obra y reino de Cristo. Por extension, reciben tambien el nombre de «profecia mesianica» los pasajes que anuncian la salvacion venidera, la gloria y la venida del Reino de Dios, incluso si no hay mencion directa del Mesias. Asi, la expresion «tiempos mesianicos» no se refiere exclusivamente al periodo en que Cristo estuvo sobre la tierra; engloba toda la era en la que ejerce su autoridad soberana y mediadora, e incluye el tiempo del Reino milenial. (Veanse CRISTO, JESUCRISTO.)